“(…) Y un tipo o polo esquizo-revolucionario que sigue las líneas de fuga del deseo, pasa el muro y hace pasar los flujos, monta sus máquinas y sus grupos en fusión, en los enclaves o en la periferia, procediendo a la inversa del precedente: no soy de los vuestros, desde la eternidad soy de la raza inferior, soy una bestia, un negro.” (Deleuze & Guattari)

lunes, 16 de abril de 2018

radiohead en chile

"Mi chica tiene la enfermedad 
No tenemos verdaderos amigos, no no no 

Estoy tirado en un bar con mi comida chorreada 
Hablando con mi novia esperando que algo ocurra 
Y deseo que fueran los sesenta 
Deseo poder ser feliz 
Deseo, deseo Deseo que algo hubiese pasado..."
the bends, radiohead
Estar en el estadio nacional es difícil, sobre todo para quienes tenemos memoria histórica, ese lugar ha sido campo de concentración, de tortura y muerte. Disfrutar de música ahí es complicado, pero se puede, sobre todo si se mezclan las melodías que trajo radiohead con las emociones más profundas al escucharlas. No estaba seguro si ir, me encontraría con el groupie moderno de la banda, ese que no suelta el celular, pero que más da. Es la banda que he escuchado hace tantos años, entonces debía estar ahí, puede que porque no alcance a vender la entrada pero al final no me arrepentí. Aunque adhiero al reclamo contra radiohead por haber tocado en Israel, creo que en este caso era solo buena música, aunque es necesario pensar políticamente sobre todas expresiones de arte, con ojos críticos o si no estaremos perdidos. Es verdad que el vocalista es un personaje, cuando vino el 2009 tenia un escrito en su polera que decía: "mi vida esta por acabar...", se está haciendo viejo y sigue vivo jugando a la estrella, en todo caso aún canta bien y la banda instrumental perfecta, eso es lo que importa por ahora. Gran concierto, gran banda. 

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