"Todas las razones están reunidas, pero las razones no son lo que hacen las revoluciones, son los cuerpos. Y los cuerpos se encuentran frente a las pantallas."
Cuesta mucho no ser pesimista, es un real fastidio evitar no odiarlos a todos y a uno mismo. El trabajo asalariado y el orden social nos mantiene con el corazón roto todo el tiempo. Personalmente prefiero estar drogado siempre antes que sufrir un estado de lucidez en el mundo de las instituciones, me gustaría pensar que mi subjetividad es más rebelde que la del resto pero es igual, con celular en el bolsillo y tratando de sobrevivir en el capitalismo, por supuesto que uno trata de politizar la vida pero es una misión casi imposible… Hasta la misma Emma Goldman se mordió la cola, los supuestos revolucionarios del siglo XXI también lo hacemos. Es triste pero hay que asumir nuestro fracaso temporal, espero y deseo que las cosas cambien pero es complicado, yo y mis compañeros estamos seducidos por el libre mercado, por supuesto que podríamos negarlos en las actividades que realizamos pero es solo parte de la masturbación mental. Nuestros hijos nos deberían odiar por haberlos traídos al mundo, de la misma forma como nosotros odiamos a nuestros padres. Infantilismo revolucionario o no, así están las cosas… Yo ahora solo quiero un fernet con coca cola (si, coca).
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