"lo que está condenado en el simulacro es el estado de diferencias libres, oceánicas de distribuciones nómades, de anarquías coronadas, toda esa malignidad que pone en duda tanto la noción de modelo como la de copia"
En un ánimo de fuga y entropía total, la sociedad idealista platónica deberá caer o al menos desearemos intentar producir su caída, con ella caerán los idealismos y aquellas sub-ideas que se presentan como copias de una originalidad que nunca fue, es preciso resistir –o desistir- a través del simulacro en el profundo sentido que nos presenta deleuze alejándose de la dependencia ontológica que le daba el embaucador platón. Gilles deleuze quiebra con la vieja idea del simulacro al separarlo del Modelo-Identidad advirtiéndonos que en realidad éste deviene entre lo otro, como un rizoma entre la raíz y el árbol, tal como se refiere Foucault al simulacro que ejercieron las histéricas del siglo XIX como verdaderas militantes de la antipsiquiatría; quienes haciendo suyos los síntomas de una enfermedad (IDEA ORIGINAL) volvieron la histeria una forma de resistir a la asignación de demente (COPIA) y con ello escapar al encierro psiquiátrico. El simulacro es la dramatización fugitiva y nómade de la diferencia, lo que genera la ruptura entre Lo mismo y Lo semejante, la multiplicidad total de algo, la hoguera de la originalidad única y falaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario