El Imperio además de producir noches tortuosas, ansiedades incontrolables, también nos despierta sentimientos tedio y aburrimiento; los pensamientos suicidan llegan, el Imperio se beneficia porque sabe que el esclavo solo tiene libertad de sufrir o de aburrirse, nunca de rebelarse contra su latigo. Si la vida no fuese tan fome, si no solo existiese libertad de mercado, tal vez un gin diario no sería tan necesario o desable. Pero el gin es fiesta y la fiesta es enclave, la sensación de vigilancia o de miedo al Imperio no llega hasta los enclaves.
calamaro es un maldito pero lo sabía...
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