"Andar, caminar, ir y venir, comer poco, mal, beber demasiado o no lo suficiente, levantarse pronto, acostarse tarde para aprovechar profusamente el lugar y las circunstancias, todas esas ocasiones dejan al cuerpo trastornado. Más frágil, pero también más sensible, lastimado, con la emoción a flor de piel, afinado como un instrumento extremadamente eficaz, el cuerpo se convierte un sismógrafo hipersensible y, por lo tanto, susceptible al exceso."
Estoy en mi trabajo, llevo un libro, no cualquier libro, es imposible leer cualquier libro en el tripalium, es necesario llevar poesía o novelas, sino elige ese que te haga olvidar la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario