“(…) Y un tipo o polo esquizo-revolucionario que sigue las líneas de fuga del deseo, pasa el muro y hace pasar los flujos, monta sus máquinas y sus grupos en fusión, en los enclaves o en la periferia, procediendo a la inversa del precedente: no soy de los vuestros, desde la eternidad soy de la raza inferior, soy una bestia, un negro.” (Deleuze & Guattari)

martes, 26 de febrero de 2019

Hospitales

Si estuve nueve horas en una sala de urgencias del hospital esperando que me atiendan, qué debo pensar o hacer, irme tras casi un día completo de espera o seguir esperando hasta alcanzar la noche también, yo me quede y fueron once horas en que un hospital del estado me diera atención médica, esto no porque no estuviese grave sino porque el médico-cirujano de los hospitales públicos generalmente es uno o dos, y en las ciudades hay accidentes, muchos accidentes, por las condiciones de trabajo o de vida a las cuales estamos sometidos.

Los llamados derechos sociales en un país capitalista siempre van a ser malos, la salud depende de tener dinero, si vas a ser pobre, estas condenado a las enfermedades y las peores humillaciones que puede someter el estado capitalista a sus enfermos. Es desesperante, dicen que las salas de esperas de los hospitales cargan con lagrimas, puede que sea cierto pero yo creo que hay más rabia que tristeza ahí.
Un estado que se defiende así mismo por los derechos que ofrece, debe desaparecer cuando estos son de tal miseria como aquel mismo.  

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